Pelos de Perro - Lydia Davis 1947

El perro ya no existe. Lo echamos de menos. Cuando suena el timbre, nadie ladra. Cuando volvemos tarde a casa, no hay nadie esperándonos. Seguimos encontrándonos pelos blancos aquí y allí por toda la casa y en nuestra ropa. Los recogemos. Deberíamos tirarlos. Pero es lo único que nos queda de él. No los tiramos. Tenemos la loca esperanza de que si recogemos suficiente pelo, seremos capaces de recomponer al perro.

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